Nuestro deber es ayudar a que Repsol sea una Compañía energética global, eficiente, competitiva y con crecimiento. Lograrlo implica conjugar innovación, anticipación, estrategia, nuevas formas de trabajar y un cambio de modelo organizativo.
Proporcionar a los negocios y áreas corporativas una voz única e integrada de los empleados, que permita focalizar sus planes de acción para conseguir incrementar el compromiso de los empleados y alcanzar los objetivos estratégicos.